al lado del álamo di mis primeros pasos
al lado del álamo me enredaba con la soga
acariciando la despedida temprana
en un abrir de ojos hacia la eternidad
a diario respiraba la senectud de esas ramas
que tiraban de mí
hacia la melancolía del otoño
en el otoño tenue, sus hojas cubrían las huellas de la soledad
las lágrimas por el padre ausente
no hay trazas de un abrazo
que apague las pesadillas
o un beso a medianoche para cubrir el sueño azul de la niña perdida
al lado del álamo.