Constelaciones

Son estados de viajes esperados. Los pensamientos se arremolinan  en ritmos demasiado acelerados para el lenguaje.
La voz de Dios fue un espejismo para mis oídos.  Esa voz decía:" Hoy será el fin del mundo, pero tú eres la elegida entre los 144 mil".
Mi rostro inclinado se muestra hacia el cielo rojo de los últimos días.
Los domingos son un buen día para respirar giornatas, una sonrisa de postal frente al Coliseo  o la Fontana de Trevi.
Las fotos se han vuelto retratos desteñidos de memoria.
Los paseos en familia ausentes.

mamá

Su corazón se detuvo el 28 de marzo de 1993, pero una tarde de verano de 2005, volvió convertida en un ave de paz. De sonrisa de cristal y solo me preguntó: "¿qué hora es?".
El brillo de sus ojos fue un abrazo que nunca olvidaré.