Mundo Butterfly

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domingo, 2 de agosto de 2020

Hechizada

Después de esa visita, la niña no fue la misma de por sí.
Pasaba las horas mirando al vacío. Comía la cuarta parte de su plato. Su madre pensó: necesita una inyección. L mandó ponerse ropa de calle y así lo resolvió.
La madre nunca supo nada, ni cuando llevó a su hija a la casa de su hermana. Cuando la madre planeó el viaje, no había dinero para pagar un hotel decente, entonces se deslizó la cortés invitación <<quédate en mi casa con Paolita> >.
Las madres parecen protegerte ante todo, pero en la oscuridad o bajo un cielo de día, la niña no entendía los castigos de ese hombre de quién le decían: <<tu tío te quiere como un padre>>.
<<Quédate quiera y así se irán todos los fantasmas>>, le decía el tío.

Paolita cerró los ojos y nunca tuvo las ganas de contárselo a su mamá. Ni siendo mujer, no hubo psicólogos que pusieran orden a sus confusiones.
En la vida de Paola, quedó en sus noches, en sus encuentros, en sus pasiones, esa frase depredadora <<quédate quieta, así se irán todos los fantasmas>>.
Martha Robles

Bang, bang estás muerto: el juego mortal de un adolescente

Estamos inmersos bajo la ley del gatillo. De la ficción (no tan irreal) estamos frente al escenario para ver la propuesta adaptada que tiene...