Ésta es ciudad para matar a sangre fría,
las espuelas del sicario
rodean a los "fríos" del día
al azar, se baila esquivando
los casquillos
al azar, se respira el hambre
por robar - y entre sigilos -
poder reinventar el amor
en alguna esquina desierta.
Mientras la ciudad arde en pésame,
mi alma se deja seducir por
por la velocidad
se rinde a la furia de los ventarrones
batiendo mis cabellos desordenados, contestando a mi voluntad
de fibras irreverentes.
Mientras la ciudad arde, voy por la ruta más incierta
- Esta noche -, voy a la caza de la luna.