la más codiciada del millón de gemas
ventilando vuelos sin dueño
desde que me arrancaron de ti
tu recuerdo en carboncillo reposa en mi pecho
guarecido en noches de lluvia solitaria
cuando el alba mustia del Intermezzo Tropical
anunciaba la cacería
fue cuando por última vez
el polen se impregnó en tus sentidos
jugaste con tu captor
posándote en su trampa envuelta del néctar de las Flores del mal
(sin siquiera chistar), el murciélago tomó posesión
de tus lienzos vítreos
en la fragilidad de tus alas
la perversidad del tráfico piel trata
se impregnó.