a todos los viudos
La escritura más dolorosa es la que emerge de la muerte. Ver un poco de sangre desparramada, casi rosada.
Un charco te puede cambiar el dolor del día, aunque apenas éste inicie.
Ser testigo de cómo la vida agoniza es ingresar a un pasadizo abandonado en una cama del Estado.
Quisieras ser Dios para evitar el dolor, detener a los fantasmas, detenerse a la lucha de abandonarse.
Nunca olfateó su último minuto, pero era todo lo que contaba. Apenas pude, respiré. Son las once de la noche de ya veinte años, y me sigue doliendo. Lo mejor de todo es que solo nos queríamos en la misma habitación.
M. R. B.
#narrativa
#microrrelato